Los jamones y paletas de bellota proceden de cerdos de raza ibérica, en todas sus estirpes, admitiéndose aquellos animales que tengan un mínimo de 75% de esta raza y que en el período de montanera se alimenten de bellotas y pastos, alcanzando el peso óptimo para su sacrificio.
El cerdo ibérico alimentado con bellotas no eleva el nivel de colesterol, además de mantener entre sus consumidores un nivel muy bajo de cardiopatías.
Poseen un período de curación natural y maduración y envejecimiento de 18 a 24 meses.
Los jamones ibéricos se pueden adquirir en diferentes formatos como son: en piezas, deshuesados, troceados, loncheados y cortados a cuchillo.